Yo también he creído que algún día viviría con un hombre, y para él; Que me casaría. Ahora me da la risa...Hoy mismo. Hoy mismo he soñado que me casaba. El butanero estropeaba mi traje de novia porque yo lo había colgado- el porqué no lo sé, ya sabes lo absurdos que son los sueños- lo había sacado al tendal, y el camión del butano que siempre aparca aquí porque en frente está la oficina de repsol, enganchó la cola con la parte alta de la cabina. "¡Pero... ¡Oiga! ¿No ve usted lo que está haciendo?"_ Alma se reía cómicamente al recordar su sueño, y su cara brillaba pasando del blanco de nieve de su tez a un color tenuemente encarnado en las mejillas. Era larga y flaca; pero con una gracia ciertamente infantil en su cuerpo y una cara redonda con ojos de niña eterna. Alma no podía ser tentada por la codicia. El famoso joyero, llenito de joyas que había ido acumulando en sus años de vedete, había sido progresivamente saqueado por su hermano pequeño, el soltero, el cual nunca pudo trabajar por haber carecido de salud desde niño; y que sin embargo había entrado en el mundo de la heroína con suma facilidad. Aquella experiencia no sólo la acabó de empobrecer materialmente, si no que curó las ansias que alguna vez había tenido de ser algo en la vida. Sus aspiraciones, quizá demasiado pretenciosas estaban siempre por en cima de las necesidades materiales. Cuanto ambicionaba parecía resumirse a reconocimiento. Y cuando quería algo, lo pensaba decididamente. Dar clases de ballet, por ejemplo, o de canto. Y sin embargo nunca lo llegaba a realizar. De antemano se barruntaba que no tendría alumnas .Nadie en el pueblo sabía quien había sido ella en los setenta y algo, lo mismo que todo el mundo ignoraba cómo y cuando se había arruinado nada más empezar una carrera tan prometedora, a las puertas de conseguir ¡nada menos que! un contrato con la televisión, por entonces todavía pública. Porque la antigua "Como se llamase", tampoco había carecido de su vis cómica, la misma que la Alma nueva todavía conservaba.
¿Porqué no escribes una historia para una película?_ Le pregunté a mi amiga intelectual... A veces la acompañaba a tomar exteriores con su cámara de video. Era un equipo caro para que una mujer fuera sola por ahí. Y todavía seguía muy fresco lo de la heroína, que fue como una ola en el pueblo que se llevó a la tumba, antes de que les tocara, a la mitad de la juventud. Además, era muy reciente lo del instituto donde habían irrumpido dando el palo, llevándose todos los equipos informáticos, algunos incluso sin estrenar. Todos los días, cuando bajábamos de rodar exteriores- a veces nos íbamos muy lejos- hasta la sierra, o hasta los pueblos del otro lado, muy cerca ya de Las Encartaciones- Pues, cuando bajábamos casi siempre volvíamos a coincidir con Alma que salía de misa por la tarde, de manera que esta mujer, a la que yo creía conocer desde niña porque había sido siempre vecina mía, reanudaba su diálogo... No sé lo que eran; Pero no llegaban a la categoría de diálogos de carmelitas, no habrían pasado la censura eclesiástica, el sufrimiento que rezumaba el personaje de Alma parecía pueril, poco tenía de heroico y lo mismo que George Bernanos no se habría molestado en ponerle atención, a mí ya me resultaba cansino. Pude despedirme aquella misma tarde. Y seguramente se habrían quedado más cómodas hablando de sus cosas. Mi intelectual profunda se quedaba en actitud de estática ante una meapilas que siendo jovencita, bien lo sabía yo, había sido como todas, todas las que podían lucir palmito... La virgen de carne y hueso que yo adoraba era distinta... Decidí quedarme. Pensé que ésta también podría aparecer de un momento a otro, y entonces se acercaría a nosotros porque también las conocía. Y así me quedé, escuchando a las que en aquel tiempo tanto podía haber denominado con un eufemismo como besugos, o monjas... Supongo que una conversación semejante podría darse muy bien entre feministas-también extraviadas porque todas aquellas feministas que yo conocía estaban muy en contra del aborto y el divorcio- ¿Eran herederas ideológicas de Pilar Primo de Rivera y su Sección Femenina?... Creo que tampoco. Mi camarada intelectual, feminista, comunista habría renegado de tal concepción. Aunque no sé porqué la llamo comunista. El candidato a la alcaldía en nuestro pueblo del partido de Los Pueblos Comunistas de España trató de convencerla mucho tiempo de que se hiciera el carné de afiliada; Pero nunca se lo sacó. Decía esta muchacha, que al lado mío por entonces yo la veía tan sólo, todavía, como una muchacha... Que ninguna buena ideología, buena de verdad, debería ser raptada y utilizada por los poderes fácticos. Ella estaba a favor de la maternidad, en contra del aborto, a favor del amor comprometido, y en contra del matrimonio establecido que acababa resumiéndose tantas veces en mero contrato social o en divorcio en el peor de los casos._ Es más difícil ahora cambiar de seguro que divorciarse, y con ese divorcio exprés que se quieren sacar de la manga, ya no te digo nada, menuda banalización. _Solía decir. Otra cosa que opinaba era que unía más una hipoteca que el compromiso de amarse hasta que la muerte nos separe.
Lo cierto es que la intelectual, esta intelectual profunda, y la antigua, ingenua vedete tenían tantos puntos de intercesión como de mutua repulsión-atracción. Parecían destinadas a encontrarse todo el tiempo, y a cambiar pareceres con tal de afianzar todo aquello en lo que creían, lo más positivo._ Ella también es una artista. Alma si que podría escribir la historia de su vida._ Solía musitarme cerca del oído la cineasta._ De todos modos, ahora no me voy a poner a escribir guiones. Es una tarea ardua. Se necesita a alguien más. Y tengo muchas cosas que hacer.
_ Dices que Alma es una artista. Lo que yo digo es que parece inspirarte.
_ La he hecho muchos dibujos, muchos retratos. Es cierto que me inspira. Incluso me inspira a escribir. Creo que sólo quiero comprenderla.
_ A mí me parece que está un poco, un poco..._ Agité las manos; pero no dije la palabra loca. Ella me entendió.
_ ¡Qué va! Quizá tenga un carácter atormentado. Pero su discurso es totalmente coherente. No necesita medicación. Ya probó con eso, por cierto. Pero cuando empezó a salirle pelo en el pecho y a vislumbrar las posibilidades de un suicidio al cual jamás se vio abocada, lo dejó...Su fe la ha salvado. La curó de ese pánico indómito, y de una perniciosa anorexia, la que acabó con su carrera artística nada más empezar.
Otro día, bajando del Camino Alto, también nos la encontramos. Era un día de primavera, y hacía calor. El viento sur no había dejado de soplar desde la noche anterior; Pero nos había dado una tregua tiñendo el atardecer de tintes vinosos que en si mismos refrescaban la mente tanto como calentaban el espíritu. Y en ¡buena hora nos la encontramos! Nos empezó a contar que a veces se le hinchaban los tobillos... Para ese mal no era bueno pararse allí como estantigua... Pero que así le quedaba una parte del corazón libre._ Mirad cómo los tengo_ nos dijo. Y luego expuso su particular teoría a cerca de ese fenómeno, según ella hereditario, y que siempre, ya desde joven le había afeado sus canillas... Si se hinchaba de llorar o no llorar lo suficiente, mejor era que se hinchasen los tobillos, y no su corazón... Alma era muy llorona, y también muy reidora.
_ Muchas veces he soñado que me casaba. Siempre con el mismo Amor...Era muy romántica en sus expresiones, y saltaba del sentimiento más genuino a lo picante a travesando el bosque más peligroso y romántico del mundo. Era saltarina como un fauno, y saltimbanqui como un caballito del diablo. Era objetiva y puro corazón. A su universo, a su burbuja, no le faltaba de nada. Y toda y la poca frialdad que reflejaba se transformaba en la de un puro y tierno helado de pistacho y tutifruti recién servido en su copa de barquillo, derritiéndose por todos los lados al mínimo contacto de la brisa, o de la lengua menos golosa._ A mi alrededor, todos estaban muy ocupados en los preparativos de mi boda, y como esta vez el vestido de novia no servía porque lo había echado a perder el camión del butano, me compusieron un improvisado vestido entre las vecinas y amigas... "Toma querida, aquí tienes el ramo." " Estas flores de azahar van divinas en tu pelo suelto sobre esta diadema de nácar." Llevaba un pantalón de terciopelo y una casaca encima también de terciopelo. La casaca tenía un poco de vuelo, con una faldita. Sus mangas se abrían como las alas del ave del paraíso. Más que una novia parecía un paje. Pensarás que posiblemente, sólo a mí podría sentarme bien un traje así....Lo curioso es que no había color existente que pudiera ir con aquella hechura extraña....Piensa un color. Quizá fuera del color que tú has imaginado, aunque...
Yo me estaba ya mareando. Si me tenían mucho tiempo así empezaría a ver colores al tuntún como un mariquita.
_ Era rosa_ continuaba la otra_ de delicado pétalo, como el de las rosas más rosas, con los detalles realizados de un fino cordón verde pálido que acababa colgando sobre una de mis caderas después de ceñir mi cintura.
_ Yo creo que los pantalones eran negros.
_ No recuerdo de que color eran los pantalones. Tampoco recuerdo si en mis pies llevaba sandalias doradas o tacones abiertos de charol negro y brillante, brillante como una noche llena de estrellas.
_ El negro siempre combina. Unos pantalones rosas...Quizá le puedan ir a la Barbie. Supongo que esa noche en que te soñaste así, de esa guisa, fuera el colofón de una tarde entera jugando con tu hijita y esas dichosas y odiosas barbies... Bueno, Alma....Siempre que me encuentro contigo, me dan las tantas. me encanta oírte. Pero me tengo que ir.
_ Era Jesús. Era Cristo. Mi desposado siempre ha sido él. Al final del sueño, me quitaba la diadema, me desembarazaba de todo mi disfraz quedándome sólo en camisón, y me ponía una toca de monja, y un hábito nuevo, yo sola, delante del espejo. Pero al levantar la mirada, no veía mi reflejo. Le veía a él. a Jesús que me decía: Coge la mano de tu hija y sígueme.
_ Cuando pienso en porqué tuve que tener un hijo, cuando pienso en todo lo que pasé antes de quedarme embarazada, y en todo lo que pasé durante el embarazo...Tuve pérdidas. ¿Sabes que tuve pérdidas en el cuarto mes, y que tuve que hacer reposo para poder tener a mi niña? _ Cuando la conversación giró del rosa inofensivo al rojo sangre, en aquel tema de mujeres, ya empezó a hacérseme desagradable. Momentáneamente se me nubló hasta la vista. Hundí las manos en mis bolsillos y balanceé delicadamente el peso de mi cuerpo hacia la otra pierna. Sin ser percibido, cambié de posición, y me puse a contar los adoquines de la plaza.
_ No lo sabía. Recuerdo haberte visto caminando._ Respondió mi amiga.
_ A partir del séptimo mes me dijo el ginecólogo que ya podía salir a pasear, que era bueno. Era ya mayor, y una madre soltera. ¡Una madre soltera de casi cuarenta años! ¡Meses antes era todavía virgen! ¡Virgen! Era mi auténtico ser... Pero quería tener a mi hija. Y nadie me iba a dar una, ni siquiera el Espíritu Santo. Supongo que alguien tenía que poner la semilla; Pero cada vez que tenía una perdida, o temía que mi hija no llegase a nacer pensaba que Dios me estaba castigando por mi proceder, por como lo había hecho, saltándome el sacramento del matrimonio, y esas cosas. ¡Pero yo no me salté el Amor! Sufrí mucho con el amor de..._ Iba a decir "El Amor de Mi Vida" pero se cortó, lo cambió por las palabras: El Padre de Mi hija._ Si sabe que cada vez que iba a verle y estaba con él luego, cuando me venía a casa, tenía que hacer cama... Me estaba dos días en la cama porque no podía más. Me rompía cada vez que le amaba.
_ Y te sentías anulada por amarle.
_ Sí... Era culpa mía. Mi amor era demasiado fuerte. Le admiraba demasiado para poder vivirlo de una forma humana y corriente... Sólo puedo entregarme verdaderamente a Dios. Es la única manera en que amando no me siento nada más que la soy, no me siento otra distinta, ni alguien que tenga que cambiar mis valores a cada paso... Me siento la misma. Y mi verdadero yo se fortalece cuanto más le amo. Pero cuando intento querer a alguien soy como paja que arde y se extingue en un abrir y cerrar de ojos...Respecto a el padre de Prosa, puedes pensar que le he hecho daño, puedes pensar lo que quieras... Tiene su carrera, profesor de Geografía ¡climatólogo!_ Se echó a reír_ Un climatólogo que no supo tomarme a mí la temperatura._ Sólo me dijo " Esta vez sí" "Esta vez, vendrá lo que tiene que venir". Y fue la última vez...Creo que para ese momento ya se había cansado lo suficiente de intentarlo, y una vez conseguido nuestro noble objetivo....Pues eso, se marchó a por otras, otras más así...Más como tú, bajitas, curvilíneas, su tipo. Yo, no era su tipo.
_ Dices tonterías. ¿Cómo sabes eso?
_ Yo nunca estudié. Él tiene dos carreras.
_ Y tu tienes un verbo fascinante.
Las palabras del diálogo salían alborotadas, arrebatadas al segundo, por el aire cálido y de todos los demonios que otra vez acababa de levantarse y que tan a menudo sopla en este pueblo.
_ Fascinante... ¿Para ¿qué? ¿Para atraer a ovejas descarriadas? El balido de esta oveja desvalida no le atrae a nadie. Ahora nadie quiere que le hablen de Cristo.
_ Pero, quiera o no ser convertido, él padre de tu hija merece conocer a su hija._ Insistió la intelectual comunista bajita y curvilínea.
_ Quien ha despreciado a Cristo no lo merece._ Sentenció Alma. Y con la misma, despidiéndose de su amiga, desapareció por la calle mayor, fundida su figura en una misma corporeidad negra y brillante, su larga melena cayendo sobre el abrigo negro de punto que nunca se quitaba, y que la hacía parecer menos delgada.
Al verla alejarse con su melena alborotada al viento, y peleando con la bolsa que llevaba siempre a todas partes, de papel, y del Corte Inglés, volvió el silencio por un momento._ Quizá, si no vistiese toda de negro, se la hincharían menos los tobillos._ Dictaminó mi intelectual profunda.
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