Yo, que tenía mi vida
tan ordenada
y planificada...
¿Hay Dios?
¿Qué es lo que hicieron tus ojos
cuando como huracán del cielo
desgajaron folio a folio
la agenda de mis proyectos?
¡Ay! ¡Dios!
¿Qué es lo que hicieron tus ojos?
¿Qué es lo que hicieron?
¡Ah! ¡Mi pobre vida deshilvanada!
Hay Dios ¡Ay! Dios.
¿Qué es lo que hicieron tus ojos
la noche que se clavaban
en mi esclerótica blanca?
¿ Y dónde se fueron luego
cuando mi pobre vida víctima
la remataban?
¡Ay! ¡Pobre pobre!
¡Paupérrima mi vida, deshilvanada!
De una papelera muy vieja, de ahí voy recopilando viejos poemas escritos en mi juventud. Y veo que muchas cosas, la mayor parte irán a la basura. Lo que pueda salvar, con una calidad mínima, lo iré publicando poco a poco.
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